Hablemos de fraudes

Un fraude financiero es cualquier acción realizada con la intención de engañar a una persona o institución para obtener beneficios económicos de manera ilícita. Los delincuentes emplean diversas estrategias, desde simples engaños hasta sofisticados esquemas tecnológicos para acceder a información sensible, como números de cuenta, contraseñas o datos de tarjetas.

Estos fraudes pueden ocurrir tanto en entornos físicos como digitales y las consecuencias para las víctimas incluyen pérdidas económicas, robo de identidad y problemas legales. Por ello, es fundamental conocer las medidas de prevención y actuar de forma inteligente en el manejo de nuestras finanzas.

¿Qué hacer?

  • Activa alertas de seguridad a tu teléfono móvil y correo electrónico.
  • Cambia tus contraseñas regularmente con combinaciones de letras, números y símbolos.
  • Verifica la autenticidad de los sitios web y asegúrate de que la página comience con https://
  • Mantén actualizados tus dispositivos, antivirus y aplicaciones financieras.
  • Destruye documentos que contengan información personal o financiera.
  • Usa redes seguras para tus operaciones financieras.

¿Qué no hacer?

  • No compartas tus datos personales
  • No confíes en ofertas demasiado buenas para ser verdad
  • No accedas a enlaces sospechosos
  • No uses contraseñas repetidas en tus cuentas bancarias y otros servicios.
  • Mantén siempre tu tarjeta a la vista al momento de pagar.
  • No respondas mensajes de “urgencia”, las instituciones financieras no solicitan información personal ni financiera por correo, SMS o WhatsApp.
  • No compartas fotos de tus tarjetas

Recuerda.

La mejor protección para no caer en cualquier tipo de fraude financiero es estar informado(a). Mantente alerta y cuida tu información personal y financiera en todo momento.

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