Los gastos hormiga son esos pequeños gastos que hacemos diariamente, como comprar un café, cigarros, dulces, refrescos, etc., los cuales pueden parecer insignificantes, pero al sumarlos al final del mes representan una cantidad considerable de dinero, generando un impacto negativo en nuestro bolsillo.
Extermínalos en 2 pasos
- Identifica al enemigo. Lleva un control minucioso de todos los gastos que realizas a diario, incluso los más pequeños. De este modo, podrás identificar en qué estás gastando y cuánto dinero se te escapa en cada concepto.
- Analiza tus hábitos de consumo. Decide qué gastos puedes eliminar y cuáles puedes reducir. Muchos de estos desembolsos corresponden a pequeñas comodidades prescindibles o que puedes disminuir; por ejemplo, el café de la mañana podría ser sustituido si lo preparas en casa.
Recuerda que al disminuir o eliminar tus gastos no debes sufrir, si no a la larga no funcionará y los sustituirás por otros, incluso más caros. Puedes darte tus gustos, la diferencia está en que te moderes al hacerlo y que definas en tu presupuesto una cantidad mensual para darte estos pequeños gustos.
Trasforma la amenaza en ahorro
Guarda en una alcancía el dinero de aquellos gastos que hayas eliminado o reducido, posteriormente transfiérelo o deposítalo en una cuenta de ahorro. Define los objetivos que deseas alcanzar (pagar deudas, crear un fondo de emergencia, irte de vacaciones, reunir el enganche para un auto, entre otros) y establece un plazo para lograrlos. Modificar tus hábitos de consumo y ser constante en el ahorro te permitirá alcanzar tus metas financieras y mantener unas finanzas sanas.
